miércoles, 25 de diciembre de 2019

Una Navidad escolar, muy antigua

Una Navidad escolar, muy antigua.




Cuando vi llegar a la escuelita de Quechuquina, gente que había descendido de la lancha y cruzado el lago Lacar, proveniente de San Martín, entre quienes esperaba a mi cuñada María Luisa, a su hijito de apenas un año Emir José y a mi hermana del corazón Cesarea; no pensé que la otra persona de elegante traje sastre y anteojos oscuros era nada más ni nada menos que la inspectora general de enseñanza provincial, es decir mi superior jerárquica. ¡Sorpresa!
Así que enfrenté el momento, con la entereza de quien entiende que no está haciendo nada reprochable. Claro que ese era mi criterio pero desconocía si lo compartiría mi superiora. 
Desde dos semanas antes, con apoyo de los padres y vecinos, habíamos accionado para contar ese día con lo necesario a fin de ofrecer a los niños aquella fiestita navideña que en la escuela rural adquiría para ellos mayor relevancia que en las urbanas.
Lo que no esperábamos docente y alumnos era que ese último día hábil, viernes por añadidura, llegase a visitar la escuela la Inspectora.
Seguramente la señorita inspectora general, esperaría encontrarnos en clase convencional resolviendo cálculos matemáticos, leyendo temas de historia o quizás confeccionando un mapa de la provincia. Es decir que para ella, lo que ocurría ese día en la escuelita habrá sido también una sorpresa porque en lugar de cálculos, mapas o lecturas del manual Kapeluzs o del Estrada,  se dio inicio a la actividad con el Himno Nacional que sonó desde el pequeño tocadiscos a pilas, obsequio de mi hermano José. Después siguió el canto de villancicos y alguna comedia que habíamos ensayado con mis alumnos para deleite de papis y mamis.

En un rincón del aula un pino, que no fue difícil conseguir en Quechuquina, adornado con figuritas de papel glasé y cadenitas de papel crepe formando guirnaldas  confeccionados  por los chicos, completaban la ambientación navideña. 
Como cierre del festejo se sirvió el refrigerio que, ese día, en lugar del habitual mate cocido y pan con mermelada, consistió en jugo de naranjas y pan dulce, mas algunas golosinas conseguidas en donación.

Rememorando: cuando la señorita Zeinab Alé, quien era una reconocida y prestigiosa docente neuquina y en esos momentos funcionaria,  a  la que yo sólo conocía por su firma en las circulares,  se presentó anteponiendo a su nombre la mención del  cargo que ejercía, supe que estaba jugado... Acaso peligraba  mi futuro en esa escuelita; entendí que en esa jornada, casi en vísperas de la navidad, podía ser quizás objeto de un informe negativo, acaso una sanción o reprimenda que pesara como una severa falta en mi foja de servicios.

A pesar de la sorpresa disfruté junto a los padres y a mis alumnos de aquel evento tan sencillo como significativo; era nuestra escuela y nuestro cierre de clases. 

Al despedirse la inspectora, habiendo dejado en el libro respectivo un informe elogioso, me volvió el alma al cuerpo, como se dice. 

Y bueno, después tuve una feliz navidad y un reparador receso escolar que imprimió un nuevo impulso a mi entusiasmo de joven maestro de escuela rural. 
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Anuncio: Hoy ( 7/1/2020)  inicié un relato que se publicará cada martes, en el blog:  https://nelsur.blogspot.com.

lunes, 16 de diciembre de 2019

ADIOS A UN AMIGO

JULIO CESAR RUBILAR, para los amigos " LALO"... Temprano esta mañana, desde la radio me dejó por varios minutos en blanco, la noticia. Es cierto que le venías peleando por más vida a la enfermedad, pero uno no piensa que una persona como vos, a quien conocí en el ISSMA en 1959, cuando iniciábamos los estudios en el secundario, uno no piensa que un gran amigo como vos, se va a morir. 

No lo piensa y de ninguna manera lo espera ni quiere que ocurra.   

Pasados esos minutos, la mente empieza a entender que la vida del compañero, amigo, colega y compadre ha finalizado. Entonces uno se remite a esos tiempos  maravillosos de la adolescencia, la juventud, la adultez y, desde hace varios años, la vejez. Porque fuimos de la misma edad, amigo querido. Fuiste un hombre íntegro, y te lo dije en el aniversario de tus cincuenta años del casamiento con Mirta, creo que fue el año pasado: "Te felicito porque formaron un hermosa familia." Y es la pura verdad. Así lo señala que en todos los momentos estuviste acompañado, cuidado y amado por tu mujer y tus hijas e hijos. Así como fuiste un docente que cosechaste  el prestigio basado en  tus méritos,  responsabilidad y dedicación. Me consta porque trabajamos juntos dos períodos en la Escuela que fue tu Escuela, la del barrio Tiro Federal. 

Fuiste deportista destacado en el Basquetbol y en el secundario nos atrevimos a jugar a hacer teatro. Amigo, colega, compadre, persona ejemplar, te voy a recordar en los años que me quedan y ya que también supiste tocar la guitarra y cantar te despido con estos versos de Alberto Cortez: "Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otro amigo"









lunes, 2 de diciembre de 2019

Mis Plantas 2019















Tulipanes en septiembre
                                                           
Peonías en noviembre


Rododendro en Noviembre                                                                                                        Detalle 

                                                                                                                                




         Aquilexia rosada                                                         Aquilexia violeta



domingo, 15 de septiembre de 2019

TULIPANES Y PAISAJES

Mis Tulipanes en 2018

 Jardín de mi casa-
                    Lago y villa Caviahue y al fondo volcán Copahue con su permanente fumarola.                                                                                             (Neuquén)

  Salto del Río Agrio y al fondo fumarola del Vn. Copahue (Pcia de Neuquén-Patagonia Argentina)

martes, 13 de agosto de 2019

Sarmiento, El Gran Maestro


"Estadista, Inteligente, dinámico, trabajador; su labor de presidente ya no pudo ser mejor..." Así lo describía una poesía que aprendí en mi escuela primaria, homenajeando al Gran Sanjuanino.
También, en aquella época de mis estudios primarios, en una comedia, me tocó repetir palabras del prócer, definiendo el significado de: MADRE:
"La madre es para el hombre  la personificación de la providencia, es la tierra viviente a la que se adhiere el corazón como las raíces al suelo."


Folletos que atesoro y que  que recibí en el Museo Casa Natal de Sarmiento.



El taxista me indicó que allí, en frente, estaba el museo de la casa natal de Sarmiento. Para ellos, los residentes de la bella ciudad de San Juan, la casa natal del prócer es algo cotidiano, como para nosotros ver el lago Lacar o el volcán Lanín. A mi me latió fuerte el corazón, con arritmia y todo.  Me emocionó. Por fin, a mis 74 años llegaba a cumplir una promesa no explícita que no se cuándo me habría hecho; tal vez preparando una clase o mirando en un lejano número del Billiken la imagen de Doña Paula sentada ante su telar bajo la emblemática higuera. 

La casa está en su lugar original, en la esquina de la que hoy es Avenida Libertador General San martín, con la calle Domingo Faustino Sarmiento, en la ciudad de San Juan. 

La higuera histórica en el patio y a través de ella quise enfocar la estatua que recuerda a Doña Paula Albarracín, madre del ilustre Maestro Argentino.

Originalmente la casa natal tenía dos ambientes, aparte del dormitorio,este era el estar, comedor o living, después se irían agregando nuevas habitaciones. Escribió el prócer en su libro "Recuerdos de Provincia": " La casa de mi madre, la obra de su industria cuyos adobes y tapias pudieran computarse en varas de lienzo tejidas por sus manos para pagar su construcción"

Observación: La gran bandera que se ve arriba, fue tejida por la comunidad y visitantes del museo,  en 2011 al cumplirse el bicentenario del nacimiento de Domingo Faustino Sarmiento.



La cocina de la casa, allí se pueden observar el fogón, platos y recipientes de cerámica, utensillos diversos y un mortero.



El dormitorio, una cómoda, algunos cuadros y la cama del prócer, aquí el guia, porque estuve en la visita guiada, pregunta a los visitantes, si observando la cama podrían estimar la estatura de Sarmiento. Es porque el formato de la cama da la idea de una persona de mediana estatura pero en realidad fue un hombre muy alto:media un metro ochenta y ocho centímetros.

Recorridas las habitaciones se pasa al patio, allí la pequeña huerta con especias y algunas hortalizas que Doña Paula utilizaba pra cocinarles a sus hijos -En total fueron quince de los que solo cinco sobrevivieron hasta la ancianidad- Y una parra muy antigua por el grosor inusitado de su tronco. 
También allí una pared con cientos de placas de homenaje a sarmiento.
El Museo de la Casa Natal de Sarmiento contiene una Biblioteca Pública con todas sus obras y un sector donde los niños de las escuelas que visitan la casa, pueden dibujar y realizar actividades diversas.  Como no podía ser de otro modo en la que fuera la casa de un gran hombre: militar, escritor, político y hasta Presiente de la Nación pero, ante todo, MAESTRO.

viernes, 9 de agosto de 2019

MENDOZA

Un viaje que me debía era este que he concretado el pasado mes de julio a la provincia de Mendoza. Viajando en ómnibus,  desde el norte de Neuquén pasé al sur de Mendoza.


Frente al edificio municipal d Tupungato.








Elegante Hotel Plaza, frente a la Plaza Independencia en la ciudad de Mendoza.



martes, 9 de julio de 2019

Este poema lo sentí en el alma...





Lo escuché el domingo pasado, muy temprano, en un programa de radio de Bs. As, pasaron la grabación en la voz de su autor HAMLET LIMA QUINTANA  (1923-2002) autor entre más de cuatrocientos temas de la conocida "Zamba para no morir".
Lo escuché y me emocionó hasta las lágrimas. Todos sabemos del sufrimiento y de la lucha por millones de nuestros compatriotas, los vemos alrededor e incluso en nuestros afectos cercanos, son los que no llegan a fin de mes pero que luchan y siguen bregando por lo mejor para sus familias. 
Lo escuché y me emocionó hasta las lágrimas, y esa ha sido la palabra del poeta, su sensibilidad, su capacidad de traducir a un bello y emotivo poema, el drama diario de tantos padres de familia; tantos que hemos terminado por tomarlo como normalidad en un país que se nos viene diciendo está entre los más favorecidos por sus capacidades y riquezas pero donde, las clases dirigentes, no han sabido, hacer más digna y gratificante la vida de millones de compatriotas. 



"Yo soy un tipo como vos, 
trabajo, 
me alimento, 
sudo un poco, 
me dibujo pensamientos en los ojos, 
me gusta la mujer, 
cuento los hijos, 
trabajo un poco más, 
ando sin plata". 

No sé por qué, desde que desperté esta mañana, estoy pensando eso: 

"Yo soy un tipo como vos, 
trabajo, 
me alimento, 
sudo un poco", parece el principio de un poema. ¿Pero cómo sigo?, ¿Qué digo?, ¿Qué tengo que decir? 

La hora, se me hace tarde. Todo es un enorme reloj. Yo le dije a Luisa que vivir en Morón y trabajar en el centro es un infierno, que tendríamos que mudarnos más cerca del trabajo. Pero se lo dije hace mucho tiempo y se lo repito todos los días. Y ella me escucha siempre como si fuera la primera vez. Pero, ¿Cómo hará Luisa para inventar tanta ternura todos los días? 
Cuando vuelva le traeré dos rosas. 

Sí, ya se querida: que coma bien al mediodía, que no me haga mala sangre, que me estarás esperando todo el día. Chau, Luisa. 
"Yo soy un tipo como vos, 
trabajo, 
me alimento, 
sudo un poco..."... Este andén está quedando un poco chico ¿Cómo entro ahora al tren si hay gente hasta en la puerta? Un empujón y ya está. Como todos los días. Vamos todos apretados, todos callados, todos enlatados, todos para adentro. Pero claro. Tienen razón, seria ridículo entrar y decirle: Buenos días a cada pasajero. ¿Ridículo?, pero hermoso. 
En el campo lo hacen. Quisiera abrir el diario, pero lo tengo debajo del brazo y no lo puedo mover. Según el reloj del tipo que está tomado de la agarradera, con un poco de suerte voy a llegar a tiempo. 
Yo le dije a Luisa que Pepe necesita pantalones y zapatos nuevos. Ya es grande el chico, es un muchachito. Ella quería comprárselos, pero este mes no se puede. Porque si compramos pantalones y zapatos nuevos, ¿cómo vamos a pagar la luz y el gas? Pero, ¿Cómo hará Luisa para inventar tanta ternura todos los días? 
Cuando vuelva, le llevaré dos rosas. Es un buen pensamiento. 

- Perdón señor. 
- No es nada. 
Claro, el tipo tenía que bajar, el piso lleno de pies, alguno tenía que quedar debajo. Esta vez fue el mío. 

"el piso lleno de pies, 
los espacios llenos de cuerpos, 
el aire lleno de caras", así tiene que seguir: 
"Yo soy un tipo como vos... 
Caigo después en la vereda, 
me pisan la cabeza, 
no hago caso"...Yo le dije a Luisa que Perico necesita un sobretodo. Hace frío. El chico tiene frío. Ella también quería comprárselo, pero este mes tampoco se pudo. Pero, ¿Cómo hará Luisa para inventar tanta ternura todos los días? 
Cuando vuelva le llevaré dos rosas. Es un buen pensamiento. Claro que es un buen pensamiento. 
Ahora estoy en el Once. A esta hora la cola del 101 es larga, pero con un poco de suerte voy a llegar a tiempo a la oficina. 
La oficina, la oficina. 

- Pero no, Gordo, ¿De dónde voy a sacar guita para prestarte? Pedir, pedir, siempre pedir. 
¿Pedir? A Juan Martín hay que enseñarle a pedir para que Luisa no tenga que lavar tantos pañales. Pero ¿Cómo hará para inventar tanta ternura todos los días? 
Cuando vuelva le llevaré dos rosas. Es un buen pensamiento. Aunque a veces me parece que está mas cansada que yo. 

...que coma bien, que me alimente, que no me haga mala sangre. 
Ahora estoy almorzando. Un sándwich. Son las 4 de la tarde y si no me apuro voy a llegar tarde al otro trabajo. La oficina, la oficina, la oficina. 

- Pero no che, ¿Otra colecta? ¿Todas las semanas pedir, pedir, siempre pedir? 
¿Pedir? A Juan Cruz hay que enseñarle a pedir, para que Luisa no tenga que lavar tantos pañales. Pero, ¿Cómo hará para inventar tanta ternura todos los días? 
Cuando vuelva, le llevaré dos rosas. Es un buen pensamiento. Aunque a veces me parece que está mucho más cansada que yo. 
Ahora es de noche. Estoy otra vez en el Once. Sé que no voy a conseguir asiento, pero cansado, apretado, humillado, y muchas otras cosas mas también terminadas en ado, por lo menos me queda el consuelo del regreso. 

"Quiero querer, 
me duele el corazón cuando lo pienso", seguime hablando así 
"Yo soy un tipo como vos". 
"Quiero querer 
me duele el corazón cuando lo pienso. 
La ternura me vuelve mas pavote". 
Ya pasamos Ramos Mejía. Ahora puedo abrir el diario. Pero el de la mañana. Me han robado vida. ¿Y quién me la devuelve? A vos te lo pregunto: ¿quién me la devuelve? 

"Me venden un buzón, 
por ahí anda la cosa", seguime hablando así, 
"Yo soy un tipo como vos" 
"Me venden un buzón, 
yo me doy cuenta. 
Y espero no sé qué, 
no lo comprendo" 

Llegamos a Morón. Por fin en casa. Hola Luisa. Hoy pensé traerte dos rosas, ¿sabes? Pero, ¿Cómo haces para inventar tanta ternura todos los días? 
Hoy pensé en traerte dos rosas. Perdoname, sólo te traigo tu cansancio y el mío. Son las dos rosas. Y ahora lo comprendo. Así termina ese poema que empecé esta mañana: 

"Yo soy un tipo como vos, 
lo que se dice: un semejante". 


Los desocupados, óleo del pintor Antonio Berni




jueves, 2 de mayo de 2019

MIS VIAJES A NEUQUEN (Capital)





Mis viajes a Neuquén









Para quienes vivimos en el interior de una provincia, viajar a la capital de la misma, tiene motivaciones importantes, ya sea para conocer o pasear, visitar amigos o familiares, hacer trámites relacionados a la profesión o el trabajo y para  atender su salud.

Por todos esos motivos he debido, entre mil novecientos sesenta y cuatro  y este año que corre, dos mil diecinueve, debí viajar desde mi pueblo de adopción, San Martín de los Andes, a la capital provincial.

La primera vez que viajé a la ciudad de Neuquén, fue a inicios de mil novecientos sesenta y cuatro. Recién recibido de maestro normal nacional para pedir un cargo de maestro de grado donde fuera. Tenía tantos deseos de trabajar en una escuela, que no pensé que fuese demasiado pronto. Pero ese viaje me sirvió  para  aprender que,  gestionar un cargo (después sabría que debía decir:  “ingreso a la docencia”) tenía sus formas y caminos que era una de las tantas cosas que no enseñaba la “ Escuela Normal”

Viajé con un vecino, amigo de mi abuelo, quien con su camión viajaba a la capital provincial  haciendo fletes, llevando y trayendo mercaderías. Recuerdo que la entrada a la ciudad, junto a la ruta, eran casitas de adobe; en el centro pocos edificios de más de dos pisos y alcancé a conocer el renombrado hotel Confluencia, de una planta y fachada blanca.

Recuerdo también la calle independencia al 60 donde funcionaba la Inspección general de escuelas nacionales. Allí el propio Inspector General, Don Ricardo Estevez, luego de saludarme amablemente me puso en situación, pero en detalle lo relataré en mis recuerdos como maestro de escuela. Lo cierto es que no obtuve ese cargo al que aspiraba y me volví a San Martín con la idea que no sería tan fácil empezar a trabajar de  maestro.

Mi segundo viaje a la ciudad de Neuquén fue obligado y con pasaje pago, en el mismo año sesenta y cuatro, unos meses después, cuando me llegó la citación a revisación médica para el servicio militar obligatorio. Estaba ejerciendo la docencia  en la Escuela Nacional número cinco. Una hernia inguinal pronunciada me valió ser exceptuado y, en mi apuro por regresar a San Martín, para no perder un día más de clases, debí pedir que me firmasen la libreta ese mismo día y regresé en avión aunque era muy temeroso de los vuelos y esa fue la primera vez que volé, un viaje de cuarenta minutos en una máquina Commander, para seis pasajeros. Supongo que era la línea de transportes aéreos de Neuquén (TAN).

La tercera vez que viajé a la capital provincial fue acompañando a un grupo de mis alumnos de la Escuela Provincial número tres de Quechuquina, más otro grupo de la Escuela de Chachín, en total unos doce alumnos. Nos alojaron en el Centro de Complementación Educativa Nayahue, un lindo lugar arbolado, en las cercanías del río, dependiente del Consejo provincial de Educación donde se recibían contingentes de niños de las escuelas del interior para que conociesen la capital de la provincia y lugares significativos de la ciudad. A nosotros nos llevaron a conocer una chacra, el dique Contralmirante Cordero, y el lago artificial, tan distinto a los lagos cordilleranos, el aeropuerto y creo que un galpón de empaque, también fuimos a ver la vista desde las bardas hacia todo el valle del rio negro y Neuquén.


Volvería a nuestra  capital, en circunstancias preocupantes, en mil novecientos ochenta y dos por la enfermedad de mi madre; en el hospital "Ramón Carrillo" de San Martín le descubrieron un nódulo en una de las mamas y fue derivada para estudios, resultó maligno y debimos viajar muy seguido. Para entonces yo había adquirido un Renault 12 y en el nos trasladábamos. En esos trámites conocería por dentro el hospital "Castro Rendón", en especial el sector de oncología. Lo primero fue una operación para extirpar el nódulo después el tratamiento comenzando por sesiones de radioterapia y la administración de Tamoxifeno. Allí conocería a los  médicos que la atendieron , los doctores Leone y Ravinovich.-

En el hospital habíamos pasado toda la mañana del dos de abril en esperas y revisaciones y fue al salir, ya pasado el mediodía, que vimos movimientos inusuales en las calles, recuerdo un camión cargado de personas con banderas argentinas. Recién  cuando llegamos a la casa de los queridos e inolvidables amigos Isabel Lucero y Basilio Benito, en Cipolletti, donde parábamos, nos enteramos que soldados argentinos habían desembarcado en  las Malvinas.  Sorpresa.

Después de la operación para extirpar el nódulo, a mamá  debieron aplicarle radioterapia y cuando en una placa apareció una sombra en el pulmón se indicó quimio y bastó una sola  para producirle una descompensación: siguieron veinte días de internación, tuvo edema pulmonar y en estado de coma. La salvó la diligente atención del doctor Jorge Lizaso, oriundo de San Martín de los Andes, uno de los tantos “nietos postizos” de mamá a quien conocíamos desde pequeño. Superado el trance viajábamos mensualmente a la ciudad d Neuquén para controles y atención de su salud.

Relacionado con mi trabajo como docente, viajé a la capital en tres oportunidades con motivo de haber participado en exámenes relacionados a concursos para ascenso de jerarquía. Y en mis cinco últimos años de ejercicio de la docencia, en el cargo de supervisor escolar, entre mil novecientos noventa y cinco y el dos mil, viajé en numerosas ocasiones a reuniones para capacitación o para recibir directivas.

Siempre viajar a Neuquén ciudad fue una especie de mezcla de paseo con diligencias a cumplir.
Ahora, he comenzado a viajar derivado a la capital por mi propia salud. El primer viaje fue para un estudio cardiológico de cámara Gamma en octubre de dos mil dieciocho. Ya estamos en dos mil diecinueve y corre marzo, estoy en trámites para una intervención quirúrgica por hernia de hiato. Todo llega en la vida...(Todo llega y todo pasa dice un poema que canta mi admirado Juan Manuel  Serrat)… Esta historia tiene un final abierto...¿O no? 
¿Podré decir  que este relato continuará?
Y bueno, me juego: CONTINUARÁ


Nota al pie: Las imágenes (Casi escribo fotos) que ilustran esta entrada, las he tomado con mi teléfono móvil, o celular, o equipo. Cuánto avanzó la tecnología desde mi primer viaje a la capital provincial.  Arriba imágenes del hermoso parque central de la ciudad, una imagen nocturna del monumento al General José de San Martín en pleno centro, frente a la municipalidad.  Y debajo de las anteriores imagen del Museo Dr Gregorio Álvarez, que visité en estos días demarzo 2019.

Imágenes debajo del texto: Dos de ellas ya explicadas y una de la fachada del Museo de Bellas Artes Neuquén, elogiable ícono de las artes plásticas en nuestra capital provincial, un orgullo. Tabién en estos días visité el MBAN; me encanta y aplaudo al Sr. Intendente Quiroga. y finalmente una imagen de quien suscribe y realiza este blog. Disculpen, Gracias.----------------------

martes, 30 de abril de 2019

Símbolo













El transcurrir del tiempo, los vientos, las lluvias, los intensos calores de tantos veranos y las heladas de tantos inviernos, fueron ajando, horadando, deteriorando esos ladrillos que, hace ya muchos años, fueron pegados uno a uno para ser   el hogar donde fundaron nuestra familia Papá Fortunato y Mamá Malque. Para que allí nos trajeran a la vida y nos criaran a los siete hermanos.

Hogar del que, ya crecidas las hijas y los hijos, fueron partiendo en búsqueda de sus propios destinos.  Y un día esa casa fue tapera, por el paso del tiempo, por los calores, por los fríos y porque “Así es la vida”.

En ese espacio, un invisible puntito en la inmensidad del mundo, en ese hogar, entre esos ladrillos, bajo aquel techo; cuántos momentos, cuantos recuerdos de tantas vivencias gratas, ingratas, dulces, ácidas o amargas que el destino pone en las vidas de las personas.

Gratas habrán sido las buenas cosechas, los nacimientos, los festejos, como ingratos los malos tiempos, las cosechas perdidas, las enfermedades y las partidas: entre estas amarga muy amarga habrá sido la temprana partida de nuestro padre y duro el desamparo que obligó a hacerse fuertes para seguir adelante.

 En ese lugarcito, en esa acertada elección que vos hiciste para la foto, querida Andrea, ahí mismo quizás estarán alojados, dormidos, compactados en ese rinconcito todas las vivencias de medio siglo  de vida familiar…Por eso cuando vi la foto, vi en ella un símbolo que resume y contiene todo el historial de la familia, condensado en esa esquinita donde dos pedacitos de paredes, de toscos ladrillos hechos con tierra rionegrina y sudor de inmigrantes libaneses, lo cobijan,  como dos manos protectoras.

domingo, 21 de abril de 2019

EN LA PASCUA DE RESURRECCIÓN


Este bellísimo Soneto se considera anónimo, aunque algunos se lo atribuyen a San Juan de la Cruz, y otros a Santa Teresa de Jesús





No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.



Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.



miércoles, 20 de marzo de 2019

Desde mi reducto ( Refugio)

                                                                             




                                                                                 I


Estoy en mi reducto

Donde no me alcanzan

Ni las malas ondas

Ni los egoísmos del mundo

Ni las críticas aviesas.



Estoy con mis recuerdos

Que son muchos

Con mis esperanzas

que aun son unas cuantas

con todo lo que me gusta:



música, imágenes,

libros plantas y flores

La primavera  me  deslumbra

Por las ventanas, como cuadros vivos

De preciosos colores.



  II

Hay aves que visitan mi patio

 Inocentes me alegran

Esta mañana se paseaban

dos palomas, una bandurria

y después un chimango.



Las primeras Paseaban juntas

entre el verdor del pasto Picoteando

alimentos que sólo ellas disfrutan

como elegantes damas en un parque

gentiles, saludando con donaire.





Pero el chimango ese ladino yo se qué espera

que olvide de cerrar la tapa del canasto

para despanzurrar las bolsas de residuos,

y aprovechar los restos de comida

dejando un desprolijo desparramo.



Inocentes , pequeños los gorriones

Se dan baños en la tierra suelta

Y en bandadas tan pronto como llegan

elevan vuelo cuando yo me acerco

dejando marcas como pequeños nidos.



El zorzalito también, mora en el patio

Con su pareja y a veces me sorprende

Atacando su imagen que reflejan

los vidrios del auto o de las ventanas

Es celoso y proteje su reino, como yo el mio.


III
A los narcizos de oro y a los tulipanes
siguieron peonías, después aquilexias
silvestres  amancay de cordillera,
cerezos y ciruelos vestidos de lanco
prometiendo frutos dulces de verano.

IV
Hoy, cuando avanza  marzo y amanece fresco,
es señal que estamos de nuevo en   otoño
que en primera etapa tendrá días soleados, 
bellos y apacibles, mientras que las hojas
de especies caducas se tornan amarillas, ocres y rojizas.

A veces en tardes cuando el sol declina
sentiré nostalgia por días pasados
bajo luminosos cielos del verano.
Es en esos días en que no podría 
 escuchar al  Nano  con su  bella y triste Balada de otoño.

V
Por esa ventana de mi sala humilde,
he visto por años, pasar estaciones mudando  su aspecto
las plantas amigas y en el fondo cielos claros o nubosos,
según transcurrian el tiempo y la vida,
desde  aquel  septiembre  del ochenta y cuatro.

Gratitud inmensa  le debo al destino
por los muchos años en que he recibido 
 durante el  transcurso  de una larga vida
inmensas riquezas en aconteceres que hoy
son, en la síntesis, hermosos recuerdos. 

                                   Carlos Omar buganem

Las estrofas I y II fueron escritas el  07 0ctubre 2016/ por la tarde:
III a V fueron escritas  hoy, 20/3/19 inicio del equinoccio otoñal del 2019.