sábado, 25 de febrero de 2017

JOSÉ BUGANEM



HOY 25 DE FEBRERO  SE CUMPLEN TREINTA Y DOS AÑOS DEL FALLECIMIENTO 
DE JOSÉ, AÑO 1985

Un hombre honesto, buena persona y buen padre; trabajador incansable y perseverante.
Forjada su personalidad en aquella chacra donde nacimos, trabajando con los otros dos hermanos mayores, en las duras tareas agrícolas, debió ser parte de ese equipo familiar que debía suplir la temprana ausencia de nuestro padre. Creo que de allí, en esa escuela de la vida debió templar su espíritu para afrontar responsablemente sus obligaciones y asi, cuando un emprendimiento fallaba, supo buscar otros recursos, otros trabajos como comerciante y seguir adelante: continuó el bar "Las Tres Marías"de nuestro abuelo, después un mercadito en el que finalmente quebró, y emprendió otro proyecto: el restaurante "El Jockey" con el trabajo a la par de su compañera de Vida Lucha (MaríaLuisa)  
Para mí, José fue el buen hermano que al decidir dejar su Valcheta Natal y venirse a trabajar con nuestro abuelo Juan
Antonio  y radicarse en San Martín; aceptó que,meses después, también yo me sumara y se constituyó en mi tutor.
De pocas palabras, dispuesto a guiar, ayudar y orientar, le debo, en gran medida el haberme recibido de mastro y sobre
esa carrera haber construído mi vida.
Aunque lo recuerdo cada día, en este veinticinco de febrero, a los treinta y dos años de su dolorosa y temprana  partida,
quiero dejar expresado mi recuerdo y gratitud hacia él.
Carlos Buganem



JOSÉ BUGANEM: casado con MARÍA LUISA ERICES, 
tuvieron cuatro hijos: EMIR JOSÉ ARIEL,JUAN CARLOS, 
GUSTAVO FABIÁN  y CEFERINA ADRIANA.
Ariel es papá de NATALIA, MICAELA, FRANCISCO y JOSÉ GABRIEL.
Juan Carlos es papá de TOMÁS
Adriana es mamá de YAMILA ARACELI  y de GUADALUPE



viernes, 10 de febrero de 2017

LA CHACRA DE LOS BUGANEM , en Valcheta. (Continuación)

 (El texto que sigue es parte de la publicación que entregué con motivo del Segundo encuentro de Los Buga, 3 al 5 de diciembre de 2016 en San Martín de los Andes)

LA MUERTE DE PAPÁ
El acontecimiento más ingrato para la familia fue la muerte de papá, Fortunato. Yo era muy pequeño, con dos años de vida y no recuerdo nada de esos momentos ni de su larga enfermedad. Luego, por ser el menor mi madre , mis hermanas y hermanos me cuidaron y protegieron de modo que no me llegaban los sinsabores. No dudo que habrán pasado angustias y dificultades, considerando que éramos una familia humilde que vivía exclusivamente del trabajo de la tierra, de obtener los productos que podía dar aquella chacra  con características de una granja. Y, como sabemos una granja produce alimentos, con lo cual estaría asegurado el sustento principal.
Nuestro padre y el tío Nader quienes siendo primos  vivieron como verdaderos hermanos y así emigraron de su líbano natal para trasladarse a estas lejanas tierras, no forjaron una gran fortuna. Sí dejaron el recurso: esa tierra y algunas herramientas que mis hermanos mayores supieron aprovechar para mantenerse y seguir todos unidos con enorme esfuerzo y dedicación a las duras faenas del cultivo de la tierra.
Nuestro querido Cholo, el homenajeado en este encuentro de Los Buga, fue siempre muy aficionado a los caballos y siendo bastante joven le gustaba mucho  montar en ellos, cuidarlos  y hasta jinetearlos , lo que es montarlos aun siendo potros  para que se domestiquen y sirvan en las tareas rurales, para ir de un lado a otro de paseo y también para las famosas carreras cuadreras. Un gusto por los caballos que siempre tuvo y hasta el presente como socio del Club Hípico local en el cual ha formado parte de la comisión directiva y  no se pierde de concurrir  a los eventos como espectador tanto en nuestra localidad como en pueblos vecinos.
En época que sí recuerdo, mi hermano Beto tenía colmena y  extraía muy rica miel pero por algún motivo dejó de hacerlo .Lo recuerdo con el equipamiento para defenderse de las picaduras de las abejas : una especie de máscara de tejido y un fumigador de mano en el que se colocaban unas brasas, y pasto o bosta seca de vaca. Entonces al presionar el fuelle  arrojaba humo que calmaba a las abejas. A mis ojos infantiles era una rara imagen la de su figura así ataviado.
Estas producciones que demandaron a los fundadores y, luego de fallecido papá, a mis hermanos mayores mucho trabajo...muchísimo  esfuerzo y sudor; permitieron que la familia subsistiera. Pero sólo eso... alimentarse bien y crecer sanos, que no es poco, pero no para hacer fortuna.

En otra época, de mis últimos años en la chacra y cuando la venta de frutas y hortalizas ya no tenía casi demanda,  Beto y   El Cholo tuvieron tambo, por varios años. Esto es lechería, lo que significaba un trabajo no menos duro: levantarse muy temprano, ordeñar las vacas y después  llevando  los tarros con la leche, en un carro de dos ruedas tirado por un caballo, a hacer el reparto en Valcheta. Eran cinco km. Y recuerda El Cholo que se tardaba media hora para llegar de la chacra al pueblo.
EL TÍO NADER Y LA TECNOLOGÍA:  

Nuestro tío Nader tenia interés por la tecnología y por eso  en La  Chacra había radios que funcionaban a acumuladores
( baterias de auto) que se recargaban en un generador eólico (Le decíamos molino), que movido por  el viento patagónico contribuía a recargar las baterías. A veces cuando pasaba un par de días sin que soplara el viento, solíamos estar preocupados porque si no se recargaban las baterías corríamos el riesgo de no poder escuchar algún programa preferido.
Escuchando las las emisoras radiales de  "onda larga", que se captaban muy ben,  recuerdo Splendid, Belgrano,supe que existía  Buenos Aires. Recuerdo que en casa , toda la familia , escuchaba  a la hora de la cena"El Glostora Tango Club" y después "Los Pérez García",  un radioteatro con episodios familiares de lunes a viernes....Qué maravilla la radio.  Los domingos a las trece, un programa de humor muy exitoso:  "La Revista Dislocada" y después el fútbol...
También le interesó la fotografía. ¡En esos años! Es gracias a esa iniciativa,  que tenemos ese recuerdo del casamiento de Malque y Fortunato, otra fotografía de una señoras amigas con mi madre y nuestra hermana mayor, Elisa, de un añito, sentada sobre un zapallo. Y en lo personal, es gracias a esa curiosidad del Tío Nader Buganem por dejar registradas las imágenes sobre el papel, y supongo que él mismo las revelaba, que he podido ver a mi padre. Yo tenía apenas dos años cuándo él falleció.
También por ese interés hacia la tecnología tuvieron una motocicleta.-
En un artículo  publicado en el diario “Río Negro” (23/11/98 ) el historiador Jorge Castañeda, bajo el título “Los árabes de Valcheta historia de una pasión”
Dice: “ En 1907 llegaron aquí los hermanos Fortunato y Nader Buganem; este último sabía de obras, construyó una casa que aun hoy existe y allí un comercio de ramos generales y también una panadería. Se compraron una chacra en Punta del Agua y Nader , que era muy inquieto se trajo colmenares, llegando a tener hasta cuarenta colmenas.”  Y cierra el artículo con el siguiente párrafo: “ Sembraron como en su tierra olivos y vides, abrieron huellas en el desierto, formaron familias numerosas y aportaron a la identidad de la región sur.”
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sábado, 4 de febrero de 2017

SAN MARTÍN DE LOS ANDES ANIVERSARIO 119

HOY 4 DE FEBRERO LA CIUDAD CUMPLE 119 AÑOS; FUE FUNDADA POR EL EJÉRCITO EN EL AÑO 1898
ES UNA CIUDAD TURÍSTICA PUJANTE E INQUIETA, DONDE, SOBRE LA BASE DE LAS GENERACIONES DE PIONEROS Y LAS NUMEROSAS FAMILIAS RADICADAS Y CONSTITUÍDAS EN LAS DÉCADAS SUCESIVAS, SE VE EN LA ACTUALIDAD INCREMENTADA POR MILES DE PERSONAS VENIDAS A RADICARSE EN LA ÚLTIMA DÉCADA PARA EJERCER SUS PROFESIONES, CIENTÍFICAS Y ARTÍSTICAS Y DE SERVICIOS APORTANDO ASÍ SU ESFUERZO A LA COMUNIDAD DE LA CUAL HAN HECHO SU LUGAR DONDE VIVIR CON SUS FAMILIAS.
EN LAS IMÁGENES, SÓLO ALGUNAS DE LAS MILES QUE SE CAPTARON ESTA MAÑANA CON CÁMARAS Y CELULARES, TABLETS O FILMADORAS;  TRASCIENDEN LAS DIVERSAS ACTIVIDADES QUE DESARROLLAN LOS VECINOS DE SAN MARTÍN DE LOS ANDES HOY EN DÍA.
                 









La ciudad de tantas familias pioneras y cuyos descendientes siguen viviendo en este lugar maravilloso: nombraré sólo algunas y seguramente omitiré muchas, sin intencionalidad; pero llegado aquí en 1958 recuerdo, conocí, fui vecino, alumno, cliente o amigo de descendientes de aquellas primeras familias: como los Ragusi, Elorriaga, Kraitman, Novoa, Gingins, Casanova, Valeri, Prieto, sin olvidar a los originarios Curruhuinca, Epulef y muchas más a las cuales se sumó en la temprana época el médico pionero Dr. Koessler, después vendría el Dr. Núñez, el poeta Miguel Andrés Camino y muchos más que aportaron a este pueblo desde su fundación en adelante.

                         Se agregarán otras imágenes y se incluirán otros apellidos. Es decir que esta "entrada"
continuará. Así como continuará nuestra ciudad creciendo día a día.



jueves, 2 de febrero de 2017

"LA CHACRA" de los Buganem

 (El texto que sigue e parte de la publicación que entregué con motivo del Segundo encuentro de Los Buga, 3 al 5 de diciembre de 2016 en San Martín de los Andes)


“La chacra”, “Punta del Agua”, “el arroyo”, “la quinta vieja”. “El médano”, “el canal de Britos”, “el terraplén”. “El sauce caído”, “la pieza de abajo”...son expresiones familiares. Pero, los jovencitos de la familia, que lean estos escritos se preguntarán  a qué me refiero.
Por eso, pero especialmente porque me resulta grato hacerlo, por el mes de julio 2001, al año de haberme jubilado, empecé a escribir en borradores estas vivencias , tan caras a mis recuerdos y de tanta carga afectiva para los hijos de Malque y Fortunato.
Esos nombres entrecomillados, que indican lugares,  los habremos pronunciados cientos de veces mis hermanos: Elisa, Haydee, Beto, José , Zulema ( Chola), Eduardo ( Cholo)  y yo...Carlos.
Esos nombres mis sobrinos, destinatarios de estos registros,  los conocen, claro, porque son los nombres de sus  abuelas , abuelos o en algunos casos bisabuelos. Ellos y yo, el menor, somos los hijos de Malque Yermenos y Fortunato Buganem que establecieron su hogar en “La Chacra”, paraje de “Punta del Agua”, a una legua del pueblo de Valcheta, departamento del mismo nombre en la provincia de Río Negro.
La chacra   fue el lugar de mi infancia ( mi paraíso)...Un lugar muy amado y que signó mi vida , por ejemplo, con un tirar siempre al campo y a todo lo relcionado al mismo. Seguramente por el verdor de sus árboles, por el sabor de sus frutos, por el contacto con la tierra y sobre todo por el amor de mamá...

Mamá es, para mis sobrinos y algunos sobrino-nietos que la conocieron, “la abuela Malque”. Una gran mujer que aunque fue a la escuela muy escaso tiempo, para aprender tan solo a leer y escribir; adquirió, por educación familiar y por experiencias de vida, dones de urbanidad y una sabiduría que no he llegado a tener yo con mis estudios primarios y secundarios.
Malque gustaba de tratar con la gente y sabía hacerlo con una conversación educada, respetuosa y amable . Sumaba a ello un alto espíritu solidario: en gran parte innato y otro tanto por su formación cristiana. Era propensa a dar, a ayudar con lo poco de que disponía a aquellos que lo necesitaran. Al decir “dar” me refiero tanto a lo material, generalmente alimentos, como a dar afecto. Esa actitud suya- amable y abierta- nos valió a la vuelta de los años- recibir compensaciones en amistad, afecto y favores. Rescato aquí una enseñanza bíblica: la de la recompensa, la de cosechar conforme a lo  que sembramos.
Su madre: Tala Kalil y su padre Saad Yermenos eran libaneses. Mi abuela estaba embarazada cuando se embarcaron con rumbo a América y Malque nació en el barco, mientras se encontraba en aguas libanesas, por eso era legalmente de aquella nacionalidad  pero, me satisface decir que mamá fue tan argentina como el mate cocido, las tortas fritas y el dulce de leche; por nombrar sólo tres de los alimentos que con amor nos brindó a sus hijos y nietos , como preciosas golosinas

Por lo tanto deducirán que mamá se crió en la Argentina, desde los tres años en la chacra y aunque hablaba en árabe con mi abuela Tala y con los pocos mayores que formaban el grupo de amigos de la colectividad que solían visitarnos, hablaba nuestro idioma correctamente y sin acento extranjero.

Se casó muy joven, a los dieciséis años, con Fortunato, primo de su padrastro, Nader Buganem. Malque amó y respetó a nuestro padre inmensamente y más allá de la vida de papá, ya que  a pesar de haber  quedado  viuda a antes de los  los cuarenta años no volvió a casarse.
De mi padre, que falleció siendo yo muy pequeño, no poseo recuerdos pero he sabido, por lo que me han contado mamá y mis hermanas y hermanos, que era un hombre muy  bueno :...” un pedazo de pan” como me dijo algún viejo vecino que lo conociera, muy trabajador y honesto.-

En lo que se refiere al aspecto fundacional de nuestra chacra hay un hecho importante que nunca supe de chico, ni de joven y que hace pocos años, dos o tres antes de partir, me relató mi hermano Beto.
 Cuando Papá y el Tío Nader  decidieron hacerse chacareros ello significaba recibir tierras fiscales; bueno, el caso es que supieron con muy poco margen de tiempo –cuarenta y ocho horas - que un delegado del gobierno pasaría por la comarca para verificar si los colonos contaban con los requisitos. Esos requisitos consistían en una vivienda de dos ambientes, techada  y una hectárea de terreno alambrado. Qué hacer, contaban con sólo dos días. Pues lo hicieron ...¡En una noche!  Con la ayuda de buenos vecinos, gente labriega como ellos. Trabajaron alumbrándose con faroles a kerosene y; al día siguiente el delegado del gobierno pudo verificar que allí estaban la vivienda y el campo alambrado de los “turcos Buganem”.-
“GRANJA RÍO LUJÁN” con ese nombre que recuerdo haber visto de chico en algún sello y papeles con membrete , mis mayores denominaron a ese establecimiento pero ya en mi época de niño no se la conocía con ese formal nombre sino que simplemente era “La Chacra”
Por lo que he podido saber, no fue una chacra “así nomás” sino que dentro de sus posibilidades el tío y papá se aseguraron de tener asesoramiento técnico, herramientas adecuadas y buena calidad de plantas y semillas.
Recuerdo de niño que había unos libros pesados, parecidos en tamaño  a guías telefónicas, con mucho escrito y fotografías de cultivos y plantas: se los llamaba “ Almanaque del Ministerio” eran publicaciones del Ministerio de Agricultura de la Nación, que se recibían mensualmente y que en los comienzos constituyeron una excelente fuente de información. Contenían artículos sobre todo tipo de cultivos, métodos, fechas , semillas, plagas, etc.
Llegaron a contar  con un tractor y sus accesorios de labranza, yo no  alcancé a verlo, supongo que debieron venderlo porque no hacía falta o bien porque les hacía falta dinero. Pero escuché hablar acerca de esa
máquina y hasta había una lugar al que se lo seguía llamando “el paso del tractor”.
También habían instalado una bomba accionada por un motor a explosión para elevar el agua, desde el canal que pasaba por el borde del valle, hasta la vivienda, la cual, seguramente previendo crecidas del arroyo, había sido levantada en el faldeo de una loma.
Los frutales y los rosales, de hermosas  flores granates y amarillas adornaban el jardín de mi abuela Tala, eran compradas en el vivero “Los Alamos de Rosawer”  en Cipolletti. Los frutales eran de  muy buena calidad. No sé si será porque sus  frutas eran en mi infancia casi las únicas golosinas que podía degustar, pero para mí, el sabor de aquellas “manzanas deliciosas” y de aquellos duraznos y ciruelas son los más ricos que he probado en mi vida.
No era demasiado grande la extensión dedicada al cultivo de  frutales, pero sí muy variada y de calidad. Manzanos, perales, ciruelos, durazneros, damascos, membrillos, vides, dos o tres higueras y los más raros eran unos árboles de granadas y uno de nísperos. Este último daba un  fruto cítrico, redondito del tamaño de una ciruela mediana y que al madurar su pulpa se transforma en una especie de crema , contenida por una finísima piel y de un riquísimo sabor entre dulce y ácido.
Los frutos enumerados , más las sandías y melones condensaban toda la dulzura, las energías y nutrientes  que era capaz de brindar  esa tierra con el esfuerzo amoroso de esos nobles árabes venidos de tan lejos en busca de su destino
He escrito primero sobre las frutas seguramente porque en el recuerdo de la infancia eran mis preferidas pero, igual de importantes eran en la chacra , las legumbres y hortalizas: tomates rojos y jugosos, papas, cebollas, ajos, exquisitos zapallos criollos, zapallitos de tronco (los redonditos) y zapallitos largos que para nosotros eran los zapallitos árabes porque con ellos se preparaba una riquísima comida ahuecando y rellenando con carne y arroz expertamente condimentados por las manos de Tala y de Malque.
Las remolachas, qué manjar, las zanahorias, arvejas , habas , pepinos...cuánta variedad y qué delicias. ...Ya de grande nunca   encontré en las verdulerías ni en los sofisticados autoservicios que vinieron después, unas hortalizas tan ricas como aquellas que las manos laboriosas de mamá cosechaban temprano para preparar el almuerzo.
Y el maíz, los choclos, no me olvidé de este producto, sino que por tratarse de un cereal, lo pongo por separado. Este era otro manjar ya sea que se lo consumiera tostado o en el sabrosísimo puchero...
Los cultivos se realizaban en dos lugares: uno El valle,  del arroyo Valcheta, modesto curso de agua dulce que naciendo en Chipauquil y recorriendo todo el valle, cruzaba por el centro de la chacra. El otro sector de cultivo era  El médano así llamado por el suelo arenoso,  entre lomas, donde se plantaron las parras y frutos de carozo, en especial durazneros.
.En el Valle se plantaron los perales y manzanos así como pasturas: alfalfa  que ya sea verde o  seca y enfardada, servía para alimentar los caballos.
La .parte de granja se completaba con la cría de cerdos, algunas vaca para obtener la leche para el consumo familiar  y en épocas de los primeros años la crianza de chivas de lo cual recuerdo poco y sólo por lo que oí contar.
                                               
(En homenaje a la memoria de nuestros padres y abuelos: Malque, Fortunato, Tala, Juan Antonio y al T{io Nader; para que mis sobrinos y/o sobrinos nietos conozcan su procedencia e identidad. Afectuosamente. El tío Carlos.)

miércoles, 1 de febrero de 2017

LA DEL "BULEVAR" (CUECA CATAMARQUEÑA)

Y aquí, completa y para recordarla los mayorcitos, y para que la conozcan los jovencitos, recuerdo que nos hacía gracia y cantábamos partecitas (estrofas) de esta lindísima y divertida cueca. Me refiero a los años de fines de la década del cuarenta y toda la década del cincuenta, época de mi infancia.
Por suerte nos llegaban ondas de emisoras radiales, gracias a las receptoras de radios, de las cuales hablo en entradas anteriores de este Blog: http://.C.O.B,sentires del alma.blogspot.com.ar
    
Esta era de las pocas canciones folklóricas que se difundían por las radios y llegaban lejos, como esta cueca que desde CATAMARCA, nos llegó hasta RÍO NEGRO y la tarareábamos y repetíamos sus versos.Otro tema muy difundido en aquellos tiempos fue "EL RANCHO E' LA CAMBICHA" interpretada por ANTONIO TORMO, en nuestra casa de LA CHACRA  nos gustaba escuchar a este cantante que por cierto fue muy exitoso.



LA DEL "BULEVAR" (CUECA CATAMARQUEÑA)


Vamos a ver el baile
que se ha formado
en lo de Doña Pancha,
que se ha casado en el bulevar.
Muchas chinitas lindas
han invitado también se queda el cura
que la ha casado en el bulevar.
Tintillo, aloja y chicha
han preparado,
ademas un chanchito
bien adobado en el bulevar.
aura!
Vidita de mi vida
como me gusta bailar!..

Arpa, violin y bombo
han contratado
en lo de Doña Pancha
que se ha casado
en cl bulevar.
Que se ha casado, ay, si
aquella noche
que a su soltera vida
le puso el broche
en el bulevar.
Se termino la farra
a los tres dias...
se habian ido los novios
y yo la seguia
en el bulevar.
aura
Vidita de mi vida,
como me gusta bailar!..