-Tío vení a comer el domingo, voy a hacer baklava. Dijo Juan Carlos…
Quien gusta de cocinar, gusta de comer bien.
Él también prepara el Keppe[1], la tradicional comida árabe con carne molida bien mezclada con trigo molido fino al que los árabes le llaman burgol y muy condimentada esa “masa”. Menta, sal y pimienta a gusto, comino, perejil, jugo de limón, cebolla cruda triturada…
Originalmente el keppe se hacía con carne de oveja que se molía en un mortero de piedra, hasta quedar convertida en una pasta.
El mortero de mi casa era de mármol blanco y la manija de madera dura, de un color castaño muy lindo, con una cómoda manija y la parte que golpea era grande…¡Guay que a alguien le pegaran un manijazo en la cabeza… no creo que se salvara o, por lo menos quedaría turulato por un tiempo..Bueno, pero perdón, que me fui al carajo.-(parte elevada del barco)
-Yo he inferido, hace ya mucho que: a quien le gusta cocinar es porque le gusta comer: disfrutar de buenas comidas sin que necesariamente deba atosigarse como en los banquetes romanos…
A estos chicos , mis sobrinos que llamaré los Buganem-Erice; les gusta cocinar…a unos mucho a otros bastante pero… a ninguno/a le desagrada cocinar y, por ende comer.
De Juan Carlos diría que incursiona en una onda de cocina internacional: ya que tanto le hace a las pastas, como chop suey o a los platos árabes…Sin despreciar las criollas carnes asadas Consecuentemente, debo decir que es quien a la sazón tiene la buzarda más voluminosa. ( No te enojes…¡Tranqui potrillito!)
Gustavo es genio en sus asados: a la parrilla, si es invierno en el hogar y si es buen tiempo afuera. ¡Lo más! chivitos al asador; carnes al disco…Todo tan rico y él, cocinero y gran anfitrión, tiene sumo cuidado en que los comensales no queden con apetito. Por eso tiene una muletilla para cuando uno ya saciado no quiere comer más: dice :” Pero… si no has probado bocado…”
Adriana: ( Cefe para los amigos) cocina muy bien y de todo, como cuadra a una madre y ama de casa; lo que genericamente se llamaría la cocina familiar cotidiana: sabe de comida sana y de cuántas calorías tiene cada alimento en determinadas porciones y a veces lo practica . También es muy buena repostera.
Ariel sabe hacer muy buenos asados, y no he tenido noticias que cocine demasiado en su casa; tiene la suerte que su mujer es muy buena cocinera , y su hija mayor, y su mamá y Gustavo…entonces me parece que se ha quedado un poco en eso de hacer carrera en el arte gastronómico; pero que sabe… sabe.
Si pretendo iniciar un somero análisis de por qué estos sobrinos míos son todos afectos a la cocina debo deducir que ello no sólo es genético o innato sino que tiene que ver la circunstancia que se criaron en un restaurante viendo cocinar a su mamá Lucha todo tipo de comidas y como especialidad las empanadas criollas. También a José, su papá en asados y carnes a la parrilla y a la plancha; y a la abuela Malque gran cocinera y hecedora de postres y repostera … aunque curiosamente mamá no incursionó en las masas de hojaldre…que es lo que prima en el baklava que degustaremos hoy…mamá preparaba muy ricas masas….pero ese será otro relato…Por ahora voy a buscar mi “Biletán Forte” para auxiliar a mi ya bastante usado estomago a fin de disfrutar tranquilo del profuso menú del día: empanadas de Lucha, asado de Gustavo, y el exótico postre:baklava de Juan carlos…
PD/ Adivinen quien lavarán los platos…
Escrito entre las 06 y 07:20 del primer domingo de enero del 2010.-
El keppe, también conocido según la zona como kebbe o kepi
No hay comentarios:
Publicar un comentario